Hace unos día comencé a tratar a una pequeña heroína de 4 años que en su corta vida ya sabe lo que es pasar varias veces por quirófano para tratar una enfermedad en sus «caderitas».
He querido escribiros sobre esta patología llamada Displasia del desarrollo de la cadera porque es la principal causa de artritis prematura en esta articulación. Anteriormente era conocida como Displasia congénita de cadera pero se observó que no todos los bebés en su nacimiento la padecían y conforme iban creciendo la desarrollaban, de ahí al cambio de nomenclatura.
Esta enfermedad se presenta, típicamente en bebés del sexo femenino, madres primíparas y fetos con presentación de nalgas. La DDC conlleva la pérdida de congruencia de la articulación coxo-femoral con el acetábulo. ¿Esto qué quiere decir? Pues que la cabeza del fémur tiende a salirse de su sitio. Todo esto provocará en un futuro que los pequeños tengan dolor y dificultad para caminar con normalidad.
Los estudios que he encontrado sobre el tema están de acuerdo en que el diagnóstico precoz de la enfermedad (6 primeros meses de vida) mejora los resultados futuros, por ello, a todos los recién nacidos se les debe explorar las caderas durante el primer examen postnatal, antes del alta clínica y en los controles pediátricos habituales.
Para el tratamiento conservador de la enfermedad se pueden utilizar diferentes tipos de arnés o férulas y así mantener la cabeza del fémur en una posición adecuada, contribuyendo a su correcto desarrollo.
En los casos en los que el tratamiento conservador no alcanza su objetivo, la reducción abierta es la otra alternativa. Existen distintas técnicas quirúrgicas y todas con un mismo propósito, conseguir una buena congruencia entre el fémur y el acetábulo. Tras ello el niño permanecerá un par de meses inmovilizado.
Posteriormente al tratamiento conservador o al quirúrgico, la fisioterapia cobra una gran importancia ya que tras los meses de inmovilización, sufren contracturas musculares y déficits de movilidad, con lo que una rápida atención es fundamental para evitar el fracaso del tratamiento ortopédico y los futuros desordenes de movilidad.
Si dudas que tu pequeñ@ padezca DDC ¿Cuándo debes acudir a consulta?
- Si tu bebé tiene asimetría en los pliegues cutáneos (aunque no todos los bebés con asimetrías padecen esta enfermedad).
- Notas que tu bebé siente dolor al ponerlo apoyado sobre sus pies o tiene limitada la apertura de su pierna.
- Si percibes una dismetría de sus miembros inferiores.
- Cuando escuchas algún tipo de «click» en sus caderas al moverlo, ya sea vistiéndolo haciéndole algún movimiento de sus caderas.
Espero que os haya gustado el post y os recomiendo siempre acudir a un profesional sanitario para consultar mejor las preguntas que tengáis sobre este tema.
¡Muchas gracias por leerme!
Fco. Javier García Colchero
Fisioterapeuta.